Rojo Louboutin


Christian Louboutin es un artista del calzado cuyas carísimas creaciones de 4 cifras (y a veces más), son veneradas por mujeres de todo el mundo.


Desde sus comienzos en 1992, sus zapatos son fácilmente identificables gracias a una peculiar seña de identidad: las suelas rojas.
Cuando la filial americana de YSL empezó a vender sus zapatos con suela roja, Louboutin, que había registrado este atributo como parte de su marca comercial, le demandó por 1 millón de dólares en daños y perjuicios.
Para las leyes estadounidenses, el color se puede incorporar a la marca sólo si forma parte del origen de un bien. No puede servir a ninguna otra función, como en este caso es la “estética”.
El propio Louboutin argumentó que la estética es parte funcional en sus diseños, y añade que eligió ese color por que le aporta “energía” y la hace “sexy” y “atractiva”.

Sin embargo, no olvidemos que esta disputa legal tiene implicaciones que van más allá de lo estético. A muchos consumidores les gusta enseñar lo que compran y las suelas rojas de Louboutin gritan “he pagado mucho dinero por estos hermosos zapatos!”. Entre las diversas maneras de personalizar el calzado, como tiras, hebillas, etc., el color de la suela fue una gran estrategia de marketing que ha traspasado la conciencia de los compradores de zapatos de alta gama, además de captar la atención de compradores potenciales.

¿Podría Pablo Picasso demandar a Claude Monet por usar su color azul melancolía?
Esa es la pregunta que se hizo el juez federal de la corte de Nueva York, en relación con la marca comercial de un color. 
Para ilustrar su veredicto, el juez Víctor Marrero usó una analogía proponiendo una hipotética disputa legal entre Monet y Picasso sobre un tono de azul en particular.
“Igual que en la moda”, indica en la sentencia, “en la pintura, el color es un medio indispensable de expresión. Otorgar el control sobre un color a un solo artista sería como obstaculizar el arte y perjudicar la competencia.”

De esta manera, el juez deja sentado que el color no se puede monopolizar por un solo diseñador de moda.Por el momento, Yves Saint Laurent gana la partida, pero esto acaba de comenzar!